EPILEPSIA EN PERROS
La epilepsia en perros es una de las enfermedades neurológicas más comunes, donde algunos estudios consideran que hasta un 4% de los perros se verán afectados por esta enfermedad.
Salvo en algunos casos concretos, se desconocen las causas exactas por las cuales un perro puede llegar a tener ataques epilépticos llegándose a conocer la enfermedad como epilepsia idiopática soliendo presentarse los primeros síntomas antes de los 3 años de edad.
Los ataques epilépticos en perros son propiciados por unas descargas eléctricas anormales en el cerebro.
Las neuronas se comunican entre si a través de señales eléctricas, cuando esta comunicación se ve alterada por una sobreexcitación u otro trastorno, estas pueden llegar a provocar convulsiones en el perro.
Debemos diferenciar los ataques epilépticos de las convulsiones. No todas las convulsiones son ataques epilépticos.
CAUSAS DE LA EPILEPSIA EN PERROS
Salvo en los ataques de epilepsia idiopática donde se desconoce el motivo de la aparición de la enfermedad, existen diferentes factores que pudieran producir convulsiones en nuestro perro.
Recordemos que los ataques epilépticos idiopáticos en perros suelen aparecer antes de los 3 años de edad, si los primeros síntomas de convulsiones surgen posteriormente los motivos podrían ser;
- Función tiroidea: Hay un gran debate sobre la función del tiroides en la epilepsia canina. Es sabido que las hormonas tiroideas regulan el metabolismo pudiendo provocar estados de nerviosismo o tensión arterial alta que es provocada por el hipotiroidismo. Unos niveles de exceso de hormona tiroidea pudieran causar epilepsia.
- Cerebro: Una inflamación del cerebro (encefalitis) puede provocar convulsiones. El moquillo en perros es una de las enfermedades más frecuentes que motivan dicha encefalitis. La presencia de tumores en el cerebro podría ser otra de las causas de las convulsiones, así como también haber sufrido algún golpe en la cabeza.
- Disfunción del hígado: Algunas enfermedades o medicamentos provocan problemas en el hígado que es el responsable de filtrar las impurezas del cuerpo para que no vayan a la sangre. Si su función se ve alterada puede provocar que la sangre que se dirija a la cabeza se encuentre con impurezas que provoquen convulsiones en el perro.
- Plantas: Aunque parezca raro, algunas plantas han evolucionado produciendo toxinas para poder defenderse de sus atacantes. Si se ingieren dichas toxinas por parte de nuestro perro podrían provocar que nuestro perro tuviera ataques epilépticos.
- Productos químicos: En algunos ejemplares el uso de antiparasitarios como son las pipetas para las pulgas o aerosoles pueden causar desordenes en el sistema nervioso provocando convulsiones.
Además de estos motivos, existen diversos factores internos que pueden provocar que una neurona tenga un desorden en sus interacciones y provoquen un ataque epiléptico.
Estos factores vienen influenciados por ciertos genes que son adquiridos durante el desarrollo del perro en el útero materno.
Este tipo de epilepsia en perros es conocido como epilepsia hereditaria, en la actualidad aun se desconoce cuál es el gen responsable de transmitir la enfermedad.
Se ha podido demostrar que existen razas más propensas que otras a padecer este tipo de epilepsia hereditaria, como son; el Beagle, teckel, caniche, schnauzer miniatura o el cocker spaniel entre otros.
DIFERENCIAS EN LA EPILEPSIA EN PERROS
En la epilepsia en perros, nos encontramos con dos grandes diferencias; las convulsiones generalizadas o las focales.
- Convulsión generalizada: Es aquella que afecta a gran parte del cerebro y los espasmos son producidos en todas las partes del cuerpo.
- Convulsión focal: Es aquella que afecta a una pequeña parte del cerebro y las convulsiones tan solo se producen en una parte del cuerpo pudiéndose llegar a extender. Por lo general suelen afectar a la zona de la cara produciéndose espasmos o temblores. En las convulsiones focales también pueden afectar las áreas del cerebro que controlan las emociones y el comportamiento. Cuando afectan a esta parte del cerebro el comportamiento del perro cambia y se comporta de un modo extraño. En algunos ejemplares, este cambio en su conducta puede hacerles ser agresivos por lo que no es conveniente que se encuentren niños cerca.
Debido a que es casi imposible el predecir un ataque epiléptico, sería muy beneficioso que lo pudiésemos grabar para poder mostrárselo a nuestro veterinario ya que le será de gran ayuda para poder realizar un diagnóstico más acertado.
FASES DE LA EPILEPSIA EN PERROS
En la epilepsia en perros nos encontramos con 3 etapas que se denominan; aura o pródomo que es el momento antes de producirse las convulsiones, ictal que es el momento del ataque epiléptico y el post-ictal que como su nombre indica es después del ataque.
- Aura o Pródomo: En esta fase el perro se empezará a mostrar ansioso, tembloroso y con un comportamiento extraño. En algunos casos mostrará la necesidad de estar al lado de su dueño como si quisiera avisarle, en cambio, en otros casos rehuirá de cualquier presencia humana. Esta fase puede variar ya que podrá ser muy corta o durar varios días por lo que en muchos casos no prestamos atención a esta fase.
- Ictal: Esta fase suele durar menos de 2 minutos y es el momento donde aparecen los síntomas del ataque epiléptico. El perro se pondrá rígido y caerá al suelo realizando movimientos espasmódicos generalmente caerá con las extremidades estiradas y la cabeza extendida hacia atrás. En el momento que empiezan las convulsiones el perro dejará de estar consciente y no sentirá ningún dolor. En muchas ocasiones no podrán controlar los esfínteres por lo que llegarán a orinarse o defecar.
- Post-ictal: Ocurre después del ataque epiléptico, en esta fase el perro puede encontrarse inmóvil o por el contrario levantarse y parecer como si estuviese ciego y desorientado ya que chocará con todo lo que esté a su alrededor. En otras ocasiones, también pude mostrarse como si nada hubiese ocurrido y continuará con su vida normal.
QUE DEBEMOS HACER DURANTE UNA CONVULSIÓN DE NUESTRO PERRO
Ante todo mantener la calma y no querer sujetarlo, la mayoría de los ataques serán muy breves.
Lo primero que deberemos hacer es apartar cualquier objeto con el que se pueda golpear nuestro perro durante el ataque epiléptico así también como retirar todos los cables eléctricos que se encuentren a su alrededor para que no pueda enredarse con ellos.
NUNCA!!! intentemos sacarle la lengua fuera de la boca ya que podrá mordérsela y es muy seguro que podamos ser mordidos.
Si fuese posible, sería aconsejable poder grabar el ataque epiléptico para que nuestro veterinario pueda sacar sus propias conclusiones y realizar un diagnóstico más acertado.
En algunas ocasiones, cuando nuestro perro esté sufriendo un ataque epiléptico, nuestro veterinario puede recomendarnos que le suministremos la medicación por vía rectal .
Si el ataque epiléptico durase más de 5 minutos sin parar o tuviera 3 o más ataques en un solo día, tendrá que ser visto lo antes posible por su veterinario.
Una vez finalizado el ataque epiléptico en el perro, dejaremos que nuestro perro se vaya recuperando poco a poco rodeado de un ambiente tranquilo y proporcionándole todo el cariño posible para que se encuentre relajado.
A menudo, pueden salir del ataque epiléptico con hambre y sed por lo que sería conveniente tener su comida y agua cerca por si lo necesitase.
TRATAMIENTO DE LAS CONVULSIONES EN EL PERRO
Como ya hemos comentado, en algunos casos la epilepsia en perros es provocada por una enfermedad subyacente, como por ejemplo un tumor cerebral o un desorden hormonal por lo que deberá atacarse la raíz del problema para radicar los ataques.
Pero a menudo, no se podrá encontrar las causas de la epilepsia siendo en la mayoría de los casos una epilepsia idiopática o hereditaria.
En este caso, el tratamiento será de por vida. Los fármacos antiepilépticos no curan la enfermedad, tan solo intentan que los ataques disminuyan y sean menos agresivos.
La epilepsia que es controlada con medicación tiene un éxito en más de 2/3 de los perros epilépticos tratados, teniendo una calidad de vida normal, aunque no exenta de algún ataque epiléptico muy esporádico.
El tratamiento por norma general se empieza a realizar cuando el perro comienza a sufrir más de un ataque cada dos meses.
En un principio deberemos armarnos de paciencia ya que no existe una medicación especifica para todos los casos.
Nuestro veterinario necesitará de tiempo para poder encontrar la dosis optima que le vendrá bien a nuestro perro, en algunas ocasiones, un exceso de fármacos puede ocasionar somnolencia y sedación en nuestro perro.
El objetivo del tratamiento es encontrar un equilibrio perfecto neuronal, por lo que requerirá un poco de ensayo-error en la medicación por parte del veterinario para encontrar dicha estabilización.
Una vez que nuestro perro tenga ya su propio tratamiento, deberemos ser muy estrictos con las tomas de la medicación ya que si nos olvidamos algún día de suministrársela las consecuencias pueden ser muy peligrosas.
La medicación básicamente esta compuesta por ansiolíticos por lo que causará bastante dependencia, es por ello por lo que sería aconsejable que utilizásemos un pastillero semanal para poder llevar un perfecto control.
NUNCA suspenda la medicación antiepiléptica sin consultar previamente con su VETERINARIO.
La medicación en la epilepsia en perros puede provocar un aumento de sed y del apetito por lo que tendremos que vigilar que no sufra de problemas de sobrepeso.
Una alimentación equilibrada compuesta únicamente por un pienso de calidad evitará que nuestro perro pueda tener tendencia a engordar.
Existen otros tipos de tratamientos como pudieran ser la estimulación del nervio vago o las dietas altas en ciertas grasas que son utilizados en los seres humanos y en la epilepsia en perros se está estudiando su posible utilización.
El nervio vago es el encargado de llevar la información sensorial de gran parte de los órganos del cuerpo al cerebro, en el ser humano dicha estimulación del nervio vago se realiza a través de un marcapasos teniendo buenos resultados.
En la actualidad, se están desarrollando estudios para poder utilizar esta técnica en los perros con graves problemas de epilepsia.
La dieta alta en ciertas grasas o también conocida como dieta cetógena está dando buenos resultados en el ser humano pero aún no se ha podido demostrar que ayude a los perros epilépticos.
Esta dieta consiste en comidas con un alto nivel de grasas, pocas proteínas (carne, huevo, pescado) y ningún hidrato de carbono (pan, pasta, dulces).
El problema ocurre en que el perro no asimila los alimentos de la misma manera que nosotros por lo que esta dieta pudiera no ser beneficiosa para el perro.
Por desgracia, en la actualidad aún no se encuentran en el mercado ninguna marca de piensos que contengan unos compuestos específicos para perros con epilepsia.
Este artículo es meramente informativo, en Perros Pequeños no tenemos la facultad de prescribir ningún tipo de tratamiento ni diagnóstico.
En el caso de que se observe cualquier síntoma de epilepsia en su perro le aconsejamos que lo acerque lo antes posible a su veterinario para un rápido tratamiento.
Si necesita cualquier aclaración o consulta no dude en dejarnos su comentario que rápidamente se la resolveremos.
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