HERNIA DISCAL EN PERROS

hernias discales en perros

La hernia discal en perros se produce cuando los discos amortiguadores que existen entre las vértebras de la columna se rompen o hinchan comprimiendo el espacio que ocupa la médula espinal.

Estos discos les suministran una perfecta base de amortiguación entre cada vértebra que le permiten la movilidad de toda la columna que se extiende desde la base del cráneo hasta el final de la cola.

El disco vertebral se compone de dos partes; Una cubierta externa llamada anillo fibroso que esta formada por unas fibras duras que protegen y cubren la parte central del disco que es el núcleo pulposo.

A medida que el disco se debilita bien sea por la edad o por un trauma, podría romperse o herniarse haciendo que una parte del disco sobresalga a través de las vértebras y por consiguiente presione los nervios que recorren la médula espinal causándole dolor.

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Índice
  1. CAUSAS DE LA HERNIA DISCAL EN PERROS
  2. SÍNTOMAS DE UNA HERNIA DISCAL EN PERROS
  3. TRATAMIENTO DE LAS HERNIAS DISCALES EN LOS PERROS
    1. ¿QUÉ OCURRE SI EN LAS PRUEBAS VETERINARIAS NO SE OBSERVA UNA COMPRESIÓN EN LA MÉDULA ESPINAL DEL PERRO?

CAUSAS DE LA HERNIA DISCAL EN PERROS

Generalmente, la hernia discal en perros acostumbra a suceder con motivo de un trauma producido por una caída o un salto mal realizado.

No obstante, también podría producirse por una predisposición genética o por un desgaste debido a la edad.

Algunas razas como el Caniche, Teckel, Pekinés, Beagles, Lhasa Apso, Shih Tzu y Cocker Spaniel tienen una mayor carga genética a padecer esta patología.

Por desgracia, en muchos casos nunca podremos saber con exactitud cuándo o por qué se produjo la ruptura del disco intervertebral.

En los perros pequeños la hernia discal ocurre bastante a menudo cuando saltan desde alturas considerables.

Las hernias degenerativas que se producen por un desgaste de los discos suelen producirse desde los tres a los siete años de edad.

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SÍNTOMAS DE UNA HERNIA DISCAL EN PERROS

Los síntomas de una hernia discal en perros son muy variables y dependerá de la cantidad y la gravedad de la presión del disco en la médula espinal.

Los síntomas también serán muy diferentes dependiendo de donde se encuentre el disco roto ya que si la hernia discal se sitúa en el cuello los síntomas podrán afectar a todo el cuerpo, mientras que si se encuentra en el centro o al final de la espalda tan solo afectaría a las extremidades traseras y en algunos casos a los órganos abdominales.

No obstante, la mayoría de las rupturas de disco ocurren desde la mitad de la espalda hasta la parte más baja.

Cuando se produce un daño en las células nerviosas de la médula espinal, estas no se regeneran, sino que se sustituyen por un tejido fibroso y cicatriz.

Por consiguiente, las hernias discales en perros generalmente resultan ser una lesión permanente e irreversible.

Dependiendo de como se produce la lesión del disco, la hernia discal en perros se divide en tres tipos:

  • Tipo I: Generalmente afecta a las razas condrodistróficas que son aquellas que tienen una columna alargada y unas patas cortas (teckel, pekinés, Shih Tzu, Basset Hound). El disco desarrolla un endurecimiento o calcificación en su capa externa debido a un desgaste producido por diminutos traumatismos en las vértebras. El tipo I puede iniciarse a partir de los 8 meses de edad.
  • Tipo II: Puede influir en cualquier raza y se produce cuando el disco por desgaste se endurece y fibrosa durante un largo periodo de tiempo y finalmente se rompe comprimiendo la médula espinal. El tipo II suele ocurrir a partir de los 5 años de edad.
  • Tipo III: Cuando la rotura del disco se ocasiona normalmente por un trauma y la materia discal provoca una repentina lesión en la médula espinal provocando graves daños en el sistema nervioso.

Dentro de estos tres tipos de hernias discales, dependiendo de sus síntomas y la zona del disco invertebrado que se encuentra involucrada, también se clasifica en 5 distintos grados:

  • Grado I: El disco se encuentra levemente comprimido sobresaliendo una pequeña cantidad que provoca ligeros dolores e irritaciones. El perro no presenta síntomas evidentes de una lesión en los discos.
  • Grado II: La materia que sobresale del disco oprime ligeramente la médula espinal, provocando los primeros síntomas neurológicos. El perro comienza a mostrar un dolor moderado a severo con pequeñas dificultades de coordinación y equilibrio.
  • Grado III: La porción del disco que comprime a la médula espinal es mucho mayor provocando graves alteraciones neurológicas. Se pueden observar parálisis parciales en algunas zonas del cuerpo que no le permiten caminar correctamente.
  • Grado IV: El disco comprime totalmente la médula espinal provocando parálisis más amplias y pérdida del control de la vejiga y del intestino.
  • Grado V: Oclusión total de la médula espinal que provoca parálisis, pérdida del control de la vejiga y pérdida sensorial de los miembros afectados.

Independientemente del tipo o grado en que se encuentre la hernia discal en el perro, los síntomas más comunes de esta lesión son;

  • Dolor y debilidad en las extremidades traseras (cojera)
  • Comportamiento ansioso
  • Espasmos musculares en la espalda o cuello
  • Músculos tensos en espalda o cuello
  • Falta de apetito
  • Pérdida de control de la vejiga y/o del intestino
  • Espalda arqueada
  • Falta de voluntad para saltar.
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TRATAMIENTO DE LAS HERNIAS DISCALES EN LOS PERROS

El tratamiento de la hernia discal en perros dependerá del grado en que se encuentre la lesión.

Para ello, lo primero que realizara su veterinario es un examen neurológico completo que le ayude a identificar donde se encuentra la hernia discal.

Las radiografías normales tan solo mostrarán la osamenta de la columna vertebral, pero no se podrá observar con nitidez la médula espinal, por lo que en la mayoría de los casos es necesario realizar un mielograma.

Un mielograma es un tinte especial que se inyecta en la médula espinal del perro para que haga de contraste y pueda aparecer en las radiografías.

Aparte del mielograma, nuestro veterinario también podrá comprobar perfectamente la zona afectada a través de una resonancia magnética o una topografía computarizada (TAC).

Una vez comprobado el grado en que se encuentra la hernia discal del perro el tratamiento podrá variar de conservador a quirúrgico.

Cuando la hernia discal en el perro se encuentra entre los Grados I y III, generalmente el tratamiento se realiza con medicamentos antiinflamatorios para perros para reducir la inflamación de la médula espinal, analgésicos para el dolor y restricción total del ejercicio durante un máximo de 6 semanas.

Posteriormente a ese tiempo, en algunos casos, sería recomendable que nuestro perro comenzara a realizar ejercicios como el nadar moderadamente en una piscina ya que es bastante beneficioso para su espalda.

Si pasados 2 meses desde el comienzo del tratamiento conservador no observamos una mejoría en su dolor o una coordinación completa de sus movimientos, deberemos comenzar a pensar seriamente en la opción de la cirugía.

Nuestro veterinario nos aconsejara que tratamiento le conviene mejor a nuestro perro.

Los perros con una hernia discal de Grado IV o V es necesario someterse a cirugía cuando antes para obtener pronóstico favorable.

Lo recomendable es que sean operados dentro de las primeras 24 horas de la aparición de la primera parálisis.

La cirugía generalmente consistirá en quitar el material del disco que sobresalga y/o quitar una porción de vértebra que rodea la médula espinal para ayudar aliviar la presión.

La recuperación de la hernia discal en perros dependerá de cuatro factores;

  • Que la cirugía se realice antes de exista un daño permanente.
  • Que se realice correctamente la cirugía y le proporcione el suficiente espacio al disco.
  • Posteriormente a la cirugía se haga una correcta rehabilitación.
  • El perro no tenga sobrepeso
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¿QUÉ OCURRE SI EN LAS PRUEBAS VETERINARIAS NO SE OBSERVA UNA COMPRESIÓN EN LA MÉDULA ESPINAL DEL PERRO?

Aunque no es muy común, nuestro veterinario podría no encontrar ninguna lesión en el disco intervertebral por lo que es posible que pudiera existir alguna de las siguientes lesiones:

  • Choque Espinal: Es una rara condición que puede ocurrir por un trauma en la médula espinal que provoca una pérdida temporal de los reflejos nerviosos. Se produce súbitamente y es como si fuese una conmoción cerebral, pero en el sistema nervioso central. Estos síntomas pueden ser permanentes o durar horas o semanas.
  • Mielopatía Degenerativa: Es una enfermedad degenerativa de la médula espinal que provoca déficits propioceptivos en las extremidades traseras. Generalmente, afecta a perros de tamaño grande, especialmente los perros pastor alemán. No existe un tratamiento específico para la enfermedad, tan solo se le administra suplementos vitamínicos y ácido amino-caproico. El pronóstico suele ser bastante desfavorable.
  • Embolismo fibrocartilaginoso: Se produce cuando una pequeña cantidad de disco se rompe y se introduce en uno de los vasos sanguíneos que conducen a la médula espinal. A medida que se va estrechando el vaso sanguíneo, el material fibrocartilaginoso obstruye el suministro de sangre pudiendo provocar una parálisis en sus patas traseras o una necrosis del segmento de la médula espinal afectado. Normalmente, la parálisis implica tan solo a una sola extremidad trasera, o una de las extremidades traseras se encuentra más perjudicada que la otra. El tratamiento es del tipo conservador basándose en un tratamiento médico combinado con sesiones de fisioterapia. La recuperación completa puede suceder en tan solo unos días como puede llevar varias semanas. Si no se trata a tiempo, la lesión puede ser permanente al necrosarse la zona de la médula espinal afectada.

Desgraciadamente, el embolismo fibrocartilaginoso y la mielopatía degenerativa no pueden ser confirmados sin una necropsia (autopsia del animal fallecido).

El diagnóstico deberá basarse en los signos clínicos, la raza del perro y la ausencia de una hernia de disco.

Este artículo es meramente informativo, en Perros Pequeños no tenemos la facultad de prescribir ningún tipo de tratamiento ni diagnóstico.

Consulte a su veterinario el tratamiento a seguir antes de su aplicación ya que todos los perros son distintos y necesitan diferentes tratamientos.

Si necesitas cualquier aclaración o tienes alguna consulta sobre la hernia discal en perros, no dudes en dejarnos tu comentario que rápidamente te responderemos.

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